Siempre habrán acontecimientos que nos recuerden los efectos de nuestro paso por este planeta. Algunos los podemos apreciar por cuenta propia, como los cambios bruscos de temperatura y los cielos cubiertos por la contaminación del aire. Mientras que otros son protagonizados por héroes anónimos y voluntarios que, a costa de sus carreras e incluso de sus vidas, divulgan por todos los medios la alarmante situación ecológica que enfrenta el mundo, la cual afectará a las futuras generaciones.
Uno de esos sucesos se llevaron a cabo del 4 al 9 de abril del 2022 en varios países, como parte de la Rebelión Científica considerada como la mayor huelga científica y académica global de la historia. Su principal demanda, según ellos, es la ineptitud de los gobiernos por evitar el calentamiento global, el cual se calcula que llegará a 1,5 grados centígrados en los próximos 5 años, lo que hará más difícil la vida en el planeta Tierra.
A raíz de estos movimientos de concientización, varias empresas han comenzado a adoptar iniciativas sostenibles para contribuir a la reducción de contaminantes, e incorporarlas a sus procesos. Desde fomentar una filosofía corporativa en su personal a favor del planeta y la sociedad en general, a introducir equipos y herramientas cien por ciento eléctricas o que producen bióxido de carbono en cantidades mínimas.
En el ámbito del Branding, dichas demandas se han recogido para transformarlas en varias modalidades, como el EcoBranding y Social Branding. Sin embargo hay una que reúne a todos estos y que parece ser la respuesta ideal al contexto actual: el Branding Sustentable.
Hablando en términos exactos, es la modalidad creativa que se enfoca en el desarrollo de marcas teniendo aspectos medioambientales, sociales y económicos, dándole a las marcas que lo aplican un valor agregado.
Por otra parte, los consumidores de marcas sustentables buscan productos o servicios que no dañen al medio ambiente (desde el empaque hasta los materiales con que realizan su publicidad) o alguna comunidad ubicada cerca del lugar donde se llevan a cabo la producción, que protejan a sus empleados y que muestren transparencia con sus procesos. Además, toman mucho en cuenta las labores públicas que realicen dichas marcas para contribuir al mejoramiento del ambiente que los rodea.
Para lograr que esta filosofía creativa se aplique de forma efectiva, se debe implementar en las empresas una estrategia de marca que involucren a todas las áreas administrativas y productivas, y realicen acciones visibles ante todos y, de esta forma, los potenciales consumidores las reconozcan y puedan crear vínculos muy estrechos con ellas. Al mismo tiempo y de forma muy estrecha, se debe implementa una estrategia de sustentabilidad que incorpore a la economía, las personas y el planeta.
En la parte creativa, se toman en cuenta los puntos estratégicos planetados para ofrecer visualmente un compromiso y respeto con los valores éticos y ecológicos para otorgarle mayor coherencia a la marca.
No hay que olvidar los aspectos digitales, como el sitio web, los contenidos de un blog o redes sociales, que al ocupar espacio en servidores emiten cantidades enormes de Bióxido de carbono para poder funcionar, por lo que es importante construir estos elementos conscientes de que su impacto sea lo menor posible.
Y, por último, el estilo de comunicación a usar, el cual tiene que mostrar una autenticidad, una ética y una transparencia en sus contenidos, tanto multimedia como de texto.
Cabe aclarar que los resultados de esta estrategia de branding se obtienen a largo plazo, pues requiere tiempo para que se arraigue fuertemente desde la raíz de la marca, por lo que es necesario ser pacientes.
Teniendo clara la parte positiva de estas tipos de iniciativas, ahora es importante darle una mirada a la negativa: el Greenwashing, que se vale de hacer propaganda bajo la bandera del Branding Sustentable para demostrarle al público que sus productos y políticas son a favor del medio ambiente, con el único fin de cambiar la percepción que tienen de ellos y obtener sus beneficios. Sus acciones van, desde cambiar la etiqueta de un producto por otra sin cambiar realmente el impacto ambiental que produce ésta, hasta campañas publicitarias con alto presupuesto que pregonan su compromiso ecológico, siendo que en realidad es totalmente lo opuesto.
Si decides adoptar el Branding Sustentable, no sólo ayudarás al medio ambiente, sino también optimizarás tus procesos, ahorrarás presupuesto y tendrás a tu equipo de trabajo más comprometido y contento.