El proceso de la talavera en Taller Uriarte

Un poco de historia

Tierra bendecida con una riqueza cultural e histórica, Puebla es uno de los destinos turísticos imprescindibles para conocer la esencia de México. Y su capital la cual, según la leyenda, fue trazada por ángeles, resguarda un sinfín de maravillas que son dignas de disfrutar, al menos, una vez. Sus catedrales, sus pintorescas calles y, por supuesto, su famosa gastronomía con los chiles en nogada como platillo principal. Pero para hacerle honor a este manjar, qué mejor plato que uno elaborado con la técnica artesanal más célebre de la región: la talavera.

Es una especie de loza o azulejo al que se le agrega un esmalte metálico como parte de su elaboración. Sus orígenes se remontan al siglo XV, cuando los musulmanes introdujeron en el poblado español de Talavera de la Reina la ornamentación en la cerámica. De ahí proviene su nombre, aunque también en este lugar se le conoce como mayólica.

Tiempo después esta técnica llegó a México durante la época colonial, y se desarrolló principalmente en dos estados de la república: Tlaxcala y Puebla. Existen varias versiones sobre quién la trajo, pero la versión de los hechos más popular cuenta que unos españoles originarios de Sevilla fueron los responsables.

Ya por 1580 la industria de la loza se había convertido en una de las actividades principales de Puebla y, a diferencia del estilo original, durante la ornamentación de la talavera se incluían elementos propios del catolicismo novohispano como resultado del mestizaje cultural. Tuvo tanto auge que, años después, se creó un gremio de loceros para reglamentar el oficio y estipular las condiciones requeridas para ser maestro de oficio, así como las normas para el decorado de los objetos.

La talavera, hoy en día

Hoy en día la talavera mexicana goza de una denominación de origen desde 1995, lo que quiere decir que su calidad y características son únicas y exclusivas. Y en el centro del estado de Puebla se encuentra el primer taller productor de esta artesanía con certificación en el país: Uriarte Talavera. Fundada en 1824 en una casona del centro histórico, el taller conserva intacto el proceso de elaboración de la loza estannífera introducido en el siglo XVI en la Nueva España. Todas sus piezas son elaboradas completamente a mano, siguiendo estrictos estándares de calidad y apegadas a la técnica colonial.

Es por eso que decidí acudir directamente al taller para conocer de primera mano el proceso de elaboración de la talavera, y quedé asombrado ante las maravillas que estaban delante de mí.

Me dí cuenta que aún se sigue usando la técnica tradicional desde hace 200 años, detalle que los extranjeros que visitan el taller han alabado por resistirse al avance de los procesos industrializados y automatizados.

Lo que me llamó la atención (y al mismo tiempo me alegró) es que algunos artistas han visto el potencial de la talavera como formato de creación, por lo que han mostrado curiosidad por explorar las posibilidades de esta técnica y todo lo que conlleva.

Prueba de ello han sido las participaciones de creadores como Patricia Alzati, Adán Paredes y Carlos Jasso quienes, cada uno con su estilo característico, han volcado su imaginación y, como resultado, han aportado al museo con piezas de arte bellísimas.

Mi visita al museo de nada hubiera servido sin el gran apoyo que recibí durante el recorrido. Y Uriarte Talavera se distingue también por otro factor muy importante: la calidez de su gente.

Desde los guías de turistas hasta los artesanos están muy conscientes del valor humano y lo transmiten en cada labor que realizan. Saben que en sus manos sujetan siglos de historia y tradición y, quizás, un cachito de lo que realmente significa México.

Por ello agradezco a Amairani, Héctor, Sandra, Maciel y a otros valiosos elementos del taller que me adentraron en el encanto y la magia del recinto.

Amairani, guía del taller Uriarte.
Don Héctor, artesano.
Maciel, lijadora.
Sandra, pintora
Don Emilio, pintor, quien hizo una participación en el videoclip «El Viajero» de Luis Miguel.

Si quieres ver la experiencia completa, te sugiero ver el video en YouTube donde te mostraré con lujo de detalle el recorrido por el taller, además de datos curiosos sobre el tema.

Por último, te recomiendo ampliamante darte una vuelta por la página web del taller, constantemente suben piezas únicas hechas tanto por los artesanos como por renombrados artistas.

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